Amante de la madera en desuso, Cristián siempre que veía un palo botado “me podía imaginar lo que fueron sus inicios. Cuando el árbol estaba en la tierra, cuando fue cortado, lo que se hizo con su madera y cuando ese elemento dejó de ser ocupado, lo que podía surgir de él. Todo un viaje”, relata con un notable grado de emoción.